miércoles, 27 de diciembre de 2017

Felicidades

Un día como hoy, hace veintiocho años, nacía la persona que hoy tengo a mi lado. Nacías tú, con tus patitas gorditas y tus dientes diseñados para morderme. Viniste al mundo sin que pudieses imaginar lo que en él habría y seguramente cargado de curiosidad y dispuesto a eso que mueve tu vida, ser feliz. 

Me he perdido muchos de tus cumpleaños, es cierto, y por ello no sé cómo eras de niño ni cómo eras de adolescente. Sin embargo, hoy estoy aquí, contigo sintiendo que te conozco muy bien y que poco a poco llegaré a conocerlo todo de ti. Hasta la fecha, sé que eres bueno. ¿Qué fácil verdad? Parece una cualidad simple, que no se valora. Siempre utilizamos adjetivos mucho más grandilocuentes para definir a las personas porque pensamos que ser "bueno" no es una virtud digna de mención. No es cierto. Ser bueno no es fácil, ser una persona que busca no hacer daño, pensar en los demás, tener ese espíritu que solo los niños tienen es algo que muy pocos llevan consigo, y tú mi amor, lo llevas.

Eres al mismo tiempo "un canalla". Eso que tanto me gusta de ti. Esa parte de muchacho "listillo" que ha aprendido que ser bueno "no es ser tonto" y que en un mundo que trata de comerte ya si eso mejor te lo comes tú ¿no? Eso hace que te admire, que me gustes más si cabe.

Eres divertido. Siempre me haces reír y cómo tú dices: es lo que nos salva. Pero es mucho más que eso. Tienes la capacidad de conseguir que el que te rodea te quiera tener cerca porque cualquier plan es mil veces mejor si tú estás en él.

Eres consecuente. No tienes reparos en reconsiderar que has podido cometer un error y aunque te cueste siempre intentas ponerte en el lugar del otro. Asumes aquello que te cuesta y no te conformas, luchas por lo que quieres y por lo que te importa.

Eres sincero. Nadie como yo sabe lo dolorosamente sincero que puedes ser y aunque a veces quiera matarte por lengüereteiro (lengoretas para ti) la realidad es que gracias a ello confío mucho más en ti de lo que nunca pude imaginar. Si tu familia, tus amigos y yo contamos contigo cuando necesitamos consejo es precisamente porque sabemos que lo que sale de tu boca es una eminente verdad. 

Eres tú. Tienes mil millones de virtudes más al igual que defectos y me has enamorado con todas y cada una de ellas. Me enamoré de tus comentarios inoportunos, de tus resoplidos, de que me mires en el marco de la puerta metiéndome presión, de que me hables borde porque no te indico bien con el google maps, de que me llames espumas o "chica premier", de que te rías de mis ñoñerías diciendo "ostia puta" para luego ser tu el más pequeñito de todos, de que pongas una almohada a modo de barrera, de que aceptes unas camas gemelas en lugar de querer dormir conmigo como dios manda, de tu pasión por las "burguers" o por la "paellita". Me enamoré porque te pertenecen a ti. Por cómo eres tú y solo tú. 

Así que hoy te felicito, no sólo porque sea tu cumpleaños, si no por ser cómo eres. Quizás me haya perdido veintisiete cumpleaños tuyos pero espero que podamos vivir los que vengan JUNTOS. 

Tu nutria, chica premier, princesita de García Barbón, bombón y gordita, 
Amy

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