miércoles, 25 de mayo de 2011

resultado perdedor

El sin sentido de su vida había invadido de nuevo su ahora perversa mente. Era muy temprano para poder acallar su dolor y era demasiado tarde para que fuesen evidentes los signos de aquella perturbación letal.

Cuando ardía dentro de sí solo podía sumergirse en el fondo de su bañera, mientras el agua le caía fría sobre sus ojos. El tiempo y la ansiedad habían hecho estragos nuevamente en su controlada existencia. No había podido evitar que tropezase una vez más consigo misma. No pudo hacer más que dejarse ahogar. El suicidio era un detalle escabroso en un cuaderno que parecía otorgar más poder de el real, es cierto, ahora recordaba con claridad a aquellos dos enterradores con los que una vez se había reído.

¡Sin embargo el pobre Werter era más inteligente de lo que todos esperaban!